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La ensalada César es una de las recetas más utilizadas y repetidas en el mundo, aunque con adaptaciones y variaciones como la que hemos hecho nosotros: ensalada César sin carbohidratos. Este es uno de los platos más sencillos de adaptar a una dieta low carb, ya que únicamente hay que prescindir de los picatostes. E incluso, si no puedes pasar sin ellos, te animamos a buscar alguna receta de croutons sin carbohidratos. Se pueden encontrar fácilmente y le aportan un asombroso toque crujiente.

La ensalada César apareció en Tijuana (México), cuando el restaurador Caesar Cardini se quedó sin ingredientes para satisfacer a sus invitados y decidió hacer un plato creativo con unas sobras. A partir de ese momento, la ensalada ha evolucionado de distintas maneras. Aunque los descendientes del creador aseguran que el plato no incluye las anchoas, en la actualidad es habitual encontrarlas entre los ingredientes. También hay quien le añade tiras de bacon tostadas (se pueden hacer en el microondas o en el horno) para darlo un mayor aporte proteico.

Diga lo que diga la historia, a nosotros nos encanta la ensalada César porque es un plato completo y nutritivo, además de apto para la Isodieta. ¿Qué más se puede pedir?

Ingredientes (para 4 personas)

  • Una lechuga romana
  • 1 pechuga de pollo
  • 50 gr de queso parmesano en lascas
  • Sal y pimienta

Para la salsa:

  • 50 gr anchoas
  • Zumo de medio limón
  • 1 cucharada de mostaza de Dijon
  • 1 cucharada de salsa Worcester
  • 50 gr. queso parmesano
  • 1 diente de ajo
  • 2 yemas de huevo
  • Aceite de oliva virgen extra

 

Elaboración

  1. En primer lugar, lavamos la lechuga y la dejamos secar bien para evitar que suelte líquido y estropee la salsa.
  2. A continuación, podemos preparar la salsa César. Se cortan las anchoas y el ajo en trozos muy pequeños y se echan en un recipiente apto para la batidora junto con todos los demás ingredientes de la salsa, excepto el aceite.
  3. Se baten enérgicamente hasta que se forma una pasta uniforme. Entonces, se añade el aceite en hilo muy fino y con cuidado para que no se corte la salsa mientras se sigue batiendo. Si no se va a consumir inmediatamente, se puede reservar en la nevera.
  4. Por otra parte, se trocea en tiras finas la pechuga de pollo, se salpimenta y se saltea en aceite de oliva hasta que las tiras estén doradas y crujientes. El pollo se puede preparar también en el horno o a la plancha, cuidando los tiempos de cocción para que no se quede seco.
  5. Llega el momento de emplatar. Se distribuye la lechuga en una ensaladera, se añaden las tiras de pollo y el queso parmesano en lascas y se rocía con una porción generosa de salsa. Fácil, ¿no te parece?